Somos mejores

Hace días hablaba con un amigo sobre los proyectos que estamos haciendo actualmente. Él me comentaba que estaba feliz con lo que había empezado y que le daba gracias a Dios por tener el apoyo de buenos amigos con quienes podía compartir su visión. Yo le respondí que contaba conmigo para lo que necesitara, y que la vida se trata de trabajar en equipo. Enseguida comencé a pensar en la importancia de no querer hacer todo solo (a) en la vida.

Desde el inicio del mundo, Dios diseñó al ser humano con la capacidad y la necesidad de ser sociable, de comunicarse, de sentir amor por otros… Cuando vio a Adán de un lado para el otro en el más bello de los lugares, pero sin nadie con quien compartirlo, dijo: “no es bueno que el hombre esté solo”, entonces creó a Eva como la compañera perfecta para Adán, su complemento para toda la vida… y creo que ya sabemos el resto de la historia.